Maná: nuevo disco, show antiguo

 

Esta es la critica de un periodista... y por su puesto no la de un fan de Mana... Conociendo el setlist del concierto, tengo que decir a esté Miguel Gonzalez que todos los fans no pudieron escuchar las "antiguas " canciones de esté grupo ,y estoy muy feliz de poder entender por primera vez estas canciones en Barcelona el 16/11. WEBMASTER MANA FRANCIA

Miguel González: Reportero de La Opinión

12/10/02

La falta de innovación e imaginación hizo que el concierto de Maná el jueves pasado fuera casi para el olvido. Si bien la banda logró su objetivo de entretener, lo hizo sin ningún acto relevante en una noche totalmente predecible. Es que Maná prometió un concierto lleno de energía y sorpresas, pero en realidad el show en el Anfiteatro Universal resultó bastante predecible. El grupo compuesto por Fher Olvera (voz), Alex González (batería), Sergio Vallín (guitarra) y Juan Calleros (bajo) llegó el pasado jueves a Los Angeles para abrir una serie de cuatro conciertos en esta ciudad. Esa primera noche, Maná abrió su gira estadounidense y presentó por primera vez aquí en vivo su más reciente disco, Revolución de amor.

Para ello, la banda tocó seis temas de su nuevo álbum y dedicó el resto del show a sus favoritas de antaño. Entre las novedades, la interpretación de Justicia, tierra y libertad fue uno de los momentos más fuertes de la noche, que resonó mientras una pantalla gigante enseñaba imágenes de personajes como el zapatista "subcomandante Marcos", el Che Guevara, Rigoberta Menchú y Emiliano Zapata.

"¡Estamos de regreso Los Angeles; ésta es como nuestra segunda casa después de Guadalajarita!", gritó Fher, líder y cantante de la banda tapatía al abrir la velada.

Difícil

 

Típicamente, la primera noche del concierto es una de las más difíciles para la banda, pues tiene la tarea de animar a un público que no esta muy relacionado con el material nuevo y sólo conoce las canciones de más éxito. Eso le pasó a Maná el jueves. A sabiendas de que necesitaban dejar huella desde el comienzo, el cuarteto sacó la artillería pesada al interpretar Oye mi amor, tal vez el mayor éxito del grupo en su larga historia en el ambiente musical .El intento resultó, la gente cantó y dejó sus asientos para bailar la canción, pero cuando el tema finalizó, el público volvió a sentarse --algo inusual para una audiencia rockera-- con lo que se confirmaba que esa noche la banda tendría que sudar la gota gorda para ganarse la atención completa de sus fans.

Pese a ello, el sonido fue bueno y la intención también. Como refuerzos, los Maná utilizaron a Juan Carlos Toribio (teclados) y Fernando Vallín --hermano de Sergio-- en la guitarra de apoyo, factores que lograron un clima musical completo y limpio en la velada.Aunque la banda predicaba una y otra vez su comodidad de estar en Los Angeles, era notable que ante la tardía reacción del público también los Maná tardaron en desenvolver totalmente su contagiosa energía.

A pesar de no contar con un escenario tan detallado como en pasadas presentaciones, el grupo esta vez utilizó imágenes visuales de una pantalla gigante para ilustrar sus mensajes. Un ejemplo impactante fue cuando interpretaron Ana, aquel tema que habla de la necesidad de que cada joven reciba educación sexual. Mientras Fher cantaba, la pantalla desplegaba varias imágenes casi subliminales de condones o "globitos", como los describe la letra de la canción.

Reacción tardía

Sin importar el poderío que el cuarteto exhibía sobre el escenario, la gente que llenó el anfiteatro tardó en entregarse por completo. No sería hasta que Fher interpretó Te solté la rienda, de José Alfredo Jiménez, cuando "el respetable" unió su voz a la del espigado cantante para comenzar por fin un concierto más animado. A pesar del largo tiempo transcurrido desde la última presentación de los tapatíos en esta ciudad, su espectáculo ha cambiado muy poco. Durante su actuación del jueves, sus interpretaciones fueron idénticas a actuaciones de hace tres años e incluso muy parecidas a sus discos en vivo, algo que puede enfadar a aquel fanático que gastó su quincena en boletos para presenciar "el nuevo show" de la banda.

Como ya es costumbre en las tocadas de Maná, los mensajes de derechos humanos y en defensa del medio ambiente fueron los temas que dominaron la noche. Cuando los ángeles lloran fue seguido por una suplica de la banda a cuidar todo lo que es verde. "Maná piensa que debemos cuidar el medio ambiente, ésa es la mejor herencia que podemos dejarle a nuestros hijos y nietos", sostuvo el baterista, Alex González.

Después de una interpretación decente de Rayando el Sol, la banda regresaría para tocar Corazón espinado, aquella canción que apareció en el disco Supernatural, de Carlos Santana. Esa sería la mejor interpretación de la noche: en la guitarra, Sergio Vallín honró a Santana y demostró que puede tocar dicho tema con mucha personalidad. Para terminar, Fher (luciendo una camisa de las Chivas Rayadas del Guadalajara) lanzó un mensaje de paz mientras sostenía tres banderas: la de México, una blanca con un signo de paz y la de Estados Unidos. "Nosotros, como buenos mexicanos, somos pacifistas. Hay que dialogar, nosotros estamos en contra de la guerra", afirmó demostrando su opinión ante la situación en Medio Oriente.

Después de esto, Maná se retiró del escenario para no regresar. El público por fin había despertado, pero el show había llegado a su fin.

La canción All You Need is Love, de The Beatles, se escuchaba anunciando el fin de la noche, pero irónicamente a Maná no le alcanzó el amor en esta noche para dejar huella.